Cuando vamos a comprar una cámara HDCVI o IP nos encontramos con una característica que muy poca gente valora, probablemente porque no sepan lo que significa ni cual puede ser la mejor opción. Vamos a explicarlo para que lo entiendas y elijas la que realmente necesitas.
Óptica fija 2.8 mm
Es la lente más empleada hoy en día en las cámaras de gama media. Ofrece un buen balance entre el ángulo de visión y el detalle de las imágenes y objetos capturados sobre todo con resoluciones de 1080p (2 Mpx) o superiores.
Sus ángulos de visión rondan entre los 90º y los 100º en horizontal, por lo que instalando la cámara en una esquina, tendremos un plano general del sitio.
Al tener un ángulo de visión tan amplio implica que la imagen se verá muy alejada, perdiendo detalle en las zonas más distantes. Es una buena opción para observar pero no es válida para reconocer o identificar pequeños objetos o personas a distancias superiores a los 4 o 5 metros.
Esta óptica suele ir montada en cámaras con visión nocturna de entre 20 y 30 metros y es perfecta para instalar en espacios relativamente pequeños como terrazas, trasteros, habitaciones o tiendas. También es válida para observar entornos más alejados que no necesitemos identificar objetos o personas con mucho detalle.
Óptica fija 3.6 mm
Esta óptica se suele utilizar en cámaras de exterior ya que ofrece cierto zoom fijo a la imagen, por lo que se verán los objetos o personas con mayor nitidez. Una persona se verá de mayor tamaño que con una lente de 2.8 mm y por lo tanto tendremos mayor posibilidad de identificar un rostro entre 8 o 15 metros de distancia. Es ideal para instalar en terrazas o jardines donde queremos controlar una puerta de acceso y no tenemos la posibilidad de instalar la cámara más cerca.
Con esta lente tendremos unos ángulos de visión más pequeños que con la óptica de 2.8 mm oscilando normalmente entre lo 60º y 77º en horizontal.
Óptica fija de 6 mm.
Se utiliza muy poco y la suelen llevar los modelos de gama alta. La mayoría de las cámaras que montan estas lentes son para exterior y se suelen utilizar en viviendas con grandes parcelas o en comercios grandes donde se necesita identificar o reconocer accesos medianamente alejados entre 12 y 20 metros de distancia.
Este tipo de lentes se suelen utilizar para grabar una caja registradora o pequeño objeto aunque no esté a distancias muy grande, dedicando una cámara sólo para tal fin. El ángulo de visión está por debajo de 54º en horizaontal.
Óptica varifocal
Sin duda, cuando el presupuesto nos lo permite, es una de las mejores opciones sobre todo cuando no sabemos el lugar exacto donde se instalará la cámara o si pensamos cambiarla de lugar en un futuro
Estas lentes no tienen un foco fijo y suelen oscilar entre 2.7 mm y 12 mm. Las hay manuales (tenemos que ajustarlo manualmente en la propia cámara) y motorizadas (podemos variar el foco desde el móvil, ordenador o tablet).
Con este tipo de cámaras podemos cubrir tanto un espacio de corta distancia (como lo haríamos con una lente de 2.8 mm) como identificar o reconocer objetos a distancia de entre 18 y 30 metros (configurado a 12 mm.) Hay que tener en cuenta lógicamente que en modo Wide (2.8 mm) tendremos un gran angular de 90º/100º pero cuando la ajustamos a 12 mm el ángulo de visión se reduce a 28º/30º.
Debes tener en cuenta que no sólo cuenta la lente, su sensor también es importante. Un sensor de 3 Mpx. nos dará más detalle en objetos alejados que un sensor de 1 Mpx utilizando la misma lente. Cuanto mayor sea el sensor, mayor zoom digital podremos hacer sin pérdida de calidad.